El frío intenso afecta el maíz en Paraguay y ya genera preocupación entre los agricultores que esperaban una producción más estable en la campaña 2025/2026. Las bajas temperaturas, acompañadas de heladas en diversas regiones agrícolas del país, llegaron en un momento delicado, cuando la cosecha del maíz aún está en curso en muchas propiedades. Este fenómeno climático amenaza directamente al maíz sembrado fuera de la ventana ideal, conocido como maíz safrinha o tardío, que se encuentra en una fase crítica de desarrollo.
Según los productores locales, el frío intenso afecta el maíz en Paraguay de manera más severa en las regiones donde el ciclo del grano está atrasado. En zonas como Itapúa, Alto Paraná y Canindeyú, muchos agricultores aún no han comenzado la cosecha o están a mitad del proceso, lo que aumenta el riesgo de pérdidas. Las heladas pueden comprometer la formación de los granos, reducir el peso de las mazorcas e incluso hacer inviable la recolección de algunos cultivos. La caída en la productividad ya es una realidad según representantes del sector.
El presidente de la APS, Lindemar Cesca, destacó que el frío intenso afecta el maíz en Paraguay justamente en un año en que los costos de producción estaban más altos, lo que podría perjudicar aún más el margen de ganancia de los productores. La combinación entre inversiones elevadas en insumos y riesgos climáticos no previstos crea un escenario de alerta para el agro paraguayo, que venía apostando por una buena rentabilidad esta temporada. La imprevisibilidad del clima, según Cesca, vuelve a ser un factor determinante en el rendimiento de la cosecha.
Otro punto relevante es el impacto del frío intenso en las estimaciones de exportación del maíz paraguayo. El país es un proveedor importante del grano para otros países sudamericanos e incluso para algunas regiones de Asia. Si el frío intenso afecta el maíz en Paraguay de manera generalizada, los volúmenes destinados a la exportación podrían sufrir recortes significativos, lo que afectaría al mercado regional. Además, una caída en la producción en Paraguay podría influir en los precios del maíz también en Brasil, su principal socio comercial en la región.
Los expertos advierten que el frío intenso afecta el maíz en Paraguay con mayor intensidad cuando las plantas están en período de floración o llenado de grano. En esta fase, el maíz es extremadamente sensible a las temperaturas negativas, y la ocurrencia de heladas puede destruir tejidos vitales de la planta. Si la previsión del tiempo mantiene la tendencia de frío en los próximos días, las pérdidas podrían agravarse. Aún no es posible dimensionar con exactitud el tamaño de los daños, pero la preocupación ya es alta entre cooperativas y consultoras del sector.
Mientras el frío intenso afecta el maíz en Paraguay, otros países de la región también sienten los efectos de las condiciones climáticas adversas. En el sur de Brasil, por ejemplo, las heladas también han afectado áreas de maíz y cítricos en São Paulo, Paraná y Minas Gerais. La ola de frío que se expande por el Cono Sur refuerza la necesidad de políticas más sólidas de seguros rurales, especialmente para cultivos vulnerables a cambios bruscos de temperatura. Los pequeños productores son los más afectados en caso de pérdidas, ya que no siempre cuentan con la cobertura adecuada.
Ante este preocupante escenario, los técnicos de campo recomiendan que los productores realicen inspecciones inmediatas en los cultivos afectados para evaluar el grado de compromiso. La orientación es registrar los daños con fotografías, elaborar informes técnicos y activar el seguro agrícola, si lo tienen. El frío intenso afecta el maíz en Paraguay y exige una respuesta rápida de las instituciones ligadas al sector rural, que deben movilizar recursos para mitigar los impactos de la posible pérdida de la cosecha. La actuación coordinada entre gobierno, asociaciones y productores será esencial en este momento.
El hecho es que el frío intenso afecta el maíz en Paraguay en uno de los momentos más delicados de la producción agrícola, exigiendo máxima atención de todos los eslabones de la cadena. Con la cosecha parcialmente realizada y el resto aún expuesto al clima, los próximos días serán decisivos para el futuro de la campaña 25/26. El monitoreo climático será fundamental, así como el apoyo técnico y financiero a los agricultores. La resiliencia del sector será puesta a prueba una vez más, en un escenario que refuerza la importancia de la gestión de riesgos en el agro moderno.
Autor: Janice Wagner